A través de su sección El Desván de las letras, María Bernal Moreno nos aporta la reseña de un libro de imprescindible lectura
María Bernal Moreno
Penélope, la protagonista, es una mujer de cincuenta y cinco años que vive entregada herméticamente a su familia, a la que tanto adora. Sin embargo, considerándose aún joven, y sintiendo cierta apatía por Julio, su esposo, desde hace años, empieza a experimentar la sensación de que la monotonía se ha convertido en la única compañera de su vida. Ante esta angustia de verse ahogada en la rutina del día a día, decide darle un cambio a su vida, y sin saber exactamente qué es lo que va a hacer, se lanza a la calle en busca de una brisa de aire nuevo que pueda despejarle todas las dudas que en esos momentos atraviesan su cabeza.
Caminando por el Parque del Retiro siente que el sol en su cara y la vegetación del ambiente la rejuvenecen y le transmiten la tranquilidad que necesita en esos instantes para pensar. Después de haber estado sentada en un banco leyendo, se dirige a una cafetería para tomar un refresco. Estando sola, conocerá a Aitor, un cardiocirujano que pasa unos días en la capital con motivo de una conferencia, y que le pide si se puede sentar con ella. Tras este encuentro fortuito, la vida de Penélope dará un cambio que la convertirá en esa mujer valorada que tanto ansiaba.
Ambos personajes están destinados a encontrarse para iniciar una vida de oportunidades para los dos. Aitor no llega a casarse porque se da cuenta de que la mujer con la que estaba no era la que lo iba a hacer feliz y decide entregarse a él mismo y a su trabajo. Pero con Penélope y después de fundirse en un profundo beso, se da cuenta de que ahora es el momento de entregarle sus sentimientos y ser feliz.
Un inesperado contratiempo con Julio hará que la idea de cambiar de vida se turbe. ¿Conseguirá Penélope su objetivo? ¿Tendrá la suficiente valentía para plantarle cara a su marido y ser feliz? ¿Tendrá Aitor la paciencia suficiente como para esperar a Penélope?
A través de una narrativa pausada y una sintaxis lineal, que permite la progresión temática del argumento, Ignacio Martín nos introduce en la vida de Penélope y Aitor mediante un flashback, que nos sitúa en el 1963 de los dos protagonistas hasta llegar a la actualidad de ambos: su encuentro y las consecuencias de la decisión que han tomado. Este recorrido por sus vidas consigue que el lector sea capaz de entender la toma de decisiones que algunas veces parecen estar lejos de los planes que una persona puede tener.
Con esta novela, el papel de la mujer rompe con su rol tradicional por medio de la protagonista que se rebela contra el tedio al que se enfrentan tantas mujeres, que no son capaces de buscar la felicidad por cumplir un patrón tradicional. Quizás es por este motivo por el que el autor se recrea más en el personaje femenino para mostrar así que nunca es tarde para volver a enamorarse, para alcanzar objetivos y para volver a sentirse realizada como mujer.